Mi Primer Trio Lesbico
- Por Kandu
- 12 feb 2016
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 18 dic 2024

Reunidas haciendo un trabajo de la universidad en casa de una de mis compañeras, ocurrió algo que cambiaría mi forma de percibir el sexo…
esa noche la hermana de una de mis compañeras se despidió de nosotras y se dirigió a dormir, no había pasado mucho tiempo cuando empezamos a escuchar el ajetreo de la cama y los gemidos de placer. Nuestra primera reacción fue de risa, pero dentro de mi ese sonido producía algo más. Aun no sé si la hermana de sharo lo hacía intencionalmente para que la escucháramos o si realmente esos gemidos eran producto de la buena dosis de verga que su novio le daba.
El asunto es que continuamos con nuestro trabajo, mili se retiró al baño, sharo y yo aprovechamos para hablar mientras ella regresaba; en ese momento me tomo las manos y empezó a consentírmelas dándome masajes, diciéndome que tenía unas manos suaves y unos dedos largos y lindos, no le preste mucha atención, de las manos paso a mis brazos y me dijo que si quería un masaje, que me sentía muy tenza y que la noche iba a ser muy larga.
Estuve de acuerdo, ya que yo era la que estaba digitando, empezó a masajearme los hombros, pero sentía que me tocaba demasiado y en ocasiones sentía sus senos duros que rozaban con mi cabeza, de un momento a otro y sin decirme nada sentí que sharo me estaba besando, al principio cerré los labios, pero al sentir su lengua húmeda los empecé a abrir poco a poco; estaba muy asustada y nerviosa, nunca me había besado con una mujer, pero no me disgustaba lo que estaba pasando.
De un momento a otro entro mili al estudio y nos encontró besándonos, me asuste muchísimo, no me dejo decir nada cuando empezó a decir:
-están muy arrechitas?
-las enfermo escuchar a mi Hna. y a mi cuñado culiar?
¿Me sentí morir, sentía mucha vergüenza, quería que la tierra me tragara, solo pensaba porque lo había hecho?
Mili noto que estaba apenada, se acercó a mí y me dijo:
-no te preocupes, las tres somos amigas, no pasa nada.
Al terminar de decir estas palabras, me tomo la cara y empezó a besarme… NO LO PODIA CREER
Estaba muy confundida, sharo me abrazo por detrás y empezó a acariciarme los senos, no sabía qué hacer ni que decir, solo escuchaba lo que ellas me decían:
-déjate llevar por el momento, disfrútalo, relájate nena estas muy tensa, estamos entre amigas.
Al escucharlas hablar tan natural me empecé a tranquilizar
Sharo dijo:
-te gustaría que te enseñáramos como hacen el amor las niñas?
Caramba, esto no podía estar sucediéndome, a mis 22 años estaba teniendo una experiencia lesbiaca con dos compañeras de la universidad y lo mejor era que no me sentía indiferente.
Nos fuimos para la habitación de mili, al entrar me besaron por todos lados mientras me desnudaban, me decían que siempre habían deseado este momento, que les encantaba como se me marcaban los jeans, que tenía unas téticas deliciosas para chuparlas, etc. Fue un momento muy delicioso, lleno de morbo y delicadeza.
Me acostaron en la cama y lentamente sharo me empezó a bajar, cundo llego a mi clítoris al sentir su lengua experimente un corrientazo que me hizo gritar de placer, nunca había sentido algo tan delicioso en mi vida, era el mejor sexo oral que recibía, tan delicado y duro a la vez, ella sabía dónde debía hacer presión y como mover la lengua, no tarde mucho en venirme, en ese momento mili aprovecho y cambio con sharo para recibirme con unas tijeras mortales, me friccionaba su gallo contra el mío de una manera salvaje, cada sensación nueva que sentía era espectacular, quería venirme otra vez, pero no deseaba hacerlo tan rápido.
Sharo me besaba, y mientras lo hacía me decía que estaba muy rica, que esa noche era especial para las tres, me besaba como nunca había sentido a ningún hombre hacerlo, a esas alturas ya no me importaba nada, estaba encantada con todo lo que estas mujeres me hacían, cada caricia era nueva y lo que despertaba en mí también.
¿Nena, te gustaría probarme?
En medio me mi gozo y placer le dije que sí, asintiendo con la cabeza.
Me dio un largo beso con lengua que disfruté inmensamente, se levantó y vi cómo se quitaba sus tangas, mientras se abría los labios para sentarse en mi cara.
-saca tu lengua y chúpala despacio
Fue lo más delicioso que mi lengua saboreaba, sharo sabia entre dulce y saladito, el olor de su sexo me encantaba, no tarde mucho en tomarla de sus muslos, intentando comérmela toda, algo así como cuando quieres comerte una jugosa patilla.
Le di tanta lengua que no tardo en empezar a gemir, mili chupaba mis senos y le daba dedo a sharo, era una escena deliciosa, las tres gemíamos, nos tocábamos, con mis manos libres me masturbaba y con la otra metía mis dedos en la boca de mili, de un momento a otro sharo empezó a temblar, se estaba desarrollando en mi cara, que delicia, escuche cuando mili dijo:
-espéranos, y se acaballo en mí, comiéndome como lo hacen los hombres, no pasaron 30 segundos cando nos vinimos las tres, fue un momento maravilloso, nos arrunchamos las tres mientras nos consentíamos y besábamos un poco; luego una a una se vestio y fuimos saliendo para el estudio a terminar nuestro trabajo.
Esa noche fuimos novias las tres, nos besábamos, nos acariciábamos, y nos decíamos cositas tiernas mientras terminamos de digitar, terminamos a las 4 am y antes de salir cada una para la casa nos dimos un beso entre las tres que no queríamos terminar de dar…
Después de esa noche, mi sexo se volvió más exigente, ahora soy una mujer bisexual que disfruta lo mejor de los dos mundos, pero nunca he vuelto a encontrar un par de mujeres que me hagan sentir algo parecido a lo que experimente esa noche.
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